Rejuvenecimiento Facial con Láser CO2 fraccionado

Este procedimiento ofrece múltiples beneficios, entre ellos:

1. Reducción de arrugas y líneas de expresión: Al estimular la producción de colágeno, la piel se vuelve más firme y las arrugas se atenúan.​
2. Mejora de cicatrices: Especialmente eficaz en cicatrices de acné, ya que promueve la regeneración de la piel, haciendo que las cicatrices sean menos visibles.
3. Eliminación de manchas: Ayuda a unificar el tono de la piel, reduciendo hiperpigmentaciones y manchas solares.​
4. Mejora de la textura y poros: La piel se vuelve más suave y los poros dilatados se reducen.

La percepción del dolor varía según la sensibilidad individual. Sin embargo, generalmente se aplica una crema anestésica tópica antes del procedimiento para minimizar las molestias. Durante el tratamiento, es común sentir una sensación de calor o pequeños pinchazos en la piel, pero en general, es bien tolerado por la mayoría de los pacientes.

El procedimiento suele durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo del área a tratar. El número de sesiones necesarias varía según las necesidades individuales y la condición de la piel, pero comúnmente se recomiendan entre 1 y 3 sesiones, espaciadas varias semanas entre sí, para obtener resultados óptimos.

Tras el tratamiento, es normal experimentar enrojecimiento, hinchazón y una sensación similar a una quemadura solar durante los primeros días. La piel puede presentar una ligera descamación o formación de costras que desaparecen en aproximadamente una semana. Es fundamental:

1. Evitar la exposición solar directa: Utilizar protector solar de amplio espectro y reaplicarlo según las indicaciones.
2. Hidratar la piel: Aplicar cremas humectantes recomendadas por el especialista para favorecer la cicatrización.​
3. No manipular las costras: Permitir que se desprendan naturalmente para evitar cicatrices.

Los primeros signos de mejora pueden observarse una vez que la piel ha sanado, aproximadamente una semana después del tratamiento. Sin embargo, los resultados continúan mejorando durante los siguientes meses a medida que se produce nuevo colágeno. Los efectos pueden durar varios años, dependiendo del cuidado de la piel y factores individuales como la exposición al sol y el envejecimiento natural.

Aunque es un procedimiento seguro cuando es realizado por profesionales cualificados, pueden presentarse efectos secundarios como enrojecimiento prolongado, hinchazón, hiperpigmentación o hipopigmentación, infecciones o cicatrices. Es esencial seguir las indicaciones post-tratamiento y acudir a los controles programados para minimizar riesgos.

Personas con signos de envejecimiento, cicatrices de acné, manchas solares o irregularidades en la textura de la piel pueden beneficiarse del Láser CO2 Fraccionado. Sin embargo, no es recomendable para mujeres embarazadas, personas con infecciones activas en la piel, trastornos de cicatrización o ciertos tipos de piel más oscura debido al riesgo de cambios en la pigmentación.

Sí, es común combinar este tratamiento con otros procedimientos como la aplicación de neuromoduladores, rellenos dérmicos o terapias de rejuvenecimiento para potenciar los resultados. Es importante consultar con el especialista para diseñar un plan de tratamiento personalizado y seguro.

A diferencia de otros láseres, el CO2 Fraccionado actúa creando microlesiones en columnas, dejando áreas de piel sana entre ellas. Esto permite una recuperación más rápida y reduce el riesgo de efectos secundarios. Otros láseres pueden ser más superficiales o ablativos, afectando toda la superficie de la piel y requiriendo tiempos de recuperación más prolongados.