Relleno Facial con Ácido Hialurónico

Los tratamientos con ácido hialurónico son versátiles y pueden aplicarse en diversas áreas del rostro, incluyendo:

1. Labios: para aumentar su volumen, definir el contorno y corregir asimetrías.​
2. Pómulos: para restaurar volumen y proporcionar un aspecto más elevado y juvenil.​
3. Surcos nasogenianos: las líneas que van desde la nariz hasta las comisuras de la boca, suavizándolas para un rostro más relajado.​
4. Ojeras: para reducir la apariencia de hundimiento y mejorar la luminosidad en la zona inferior de los ojos.​
5. Líneas de marioneta: las arrugas que se extienden desde las comisuras de la boca hacia el mentón.​

Estas aplicaciones permiten personalizar el tratamiento según las necesidades individuales de cada paciente.

El procedimiento es mínimamente invasivo y generalmente bien tolerado. Se utilizan agujas muy finas para las inyecciones, y muchos productos de ácido hialurónico contienen anestésico local para minimizar las molestias. Además, es común aplicar una crema anestésica tópica antes del tratamiento para asegurar la comodidad del paciente. La mayoría describe la sensación como un leve pinchazo o presión en la zona tratada.

La duración de los resultados varía según factores como la zona tratada, el tipo de producto utilizado y el metabolismo individual del paciente. Generalmente, los efectos se mantienen entre 6 y 12 meses. Por ejemplo, en áreas con mayor movilidad, como los labios, la duración puede ser más corta, mientras que en zonas como las ojeras, los resultados pueden prolongarse hasta 18 meses.

El tratamiento con ácido hialurónico es seguro cuando es realizado por profesionales cualificados. Sin embargo, pueden presentarse efectos secundarios leves y temporales, tales como:

1. Enrojecimiento: en la zona de la inyección.​
2. Hinchazón: leve inflamación que suele desaparecer en pocas horas.​
3. Pequeños hematomas: moretones en el área tratada.​

Estos efectos suelen resolverse espontáneamente en pocos días. Es recomendable evitar la exposición solar directa y no realizar actividades físicas intensas durante las primeras 24 horas post-tratamiento.

Sí, una de las ventajas del ácido hialurónico es que es reabsorbible y reversible. Si el paciente no está satisfecho con los resultados o se presentan complicaciones, se puede administrar una enzima llamada hialuronidasa que disuelve el ácido hialurónico de manera inmediata, retornando la zona tratada a su estado previo.

No hay una edad específica para iniciar tratamientos con ácido hialurónico; depende más de las necesidades individuales y de los signos de envejecimiento que presente cada persona. Sin embargo, es común que pacientes a partir de los 30 o 35 años comiencen a considerar este tipo de procedimientos para prevenir o corregir arrugas y pérdida de volumen. En casos de asimetrías o deseos estéticos específicos, personas más jóvenes también pueden ser candidatas adecuadas.

Sí, es frecuente combinar el ácido hialurónico con otros procedimientos para potenciar los resultados. Por ejemplo:

1. Toxina botulínica: para relajar músculos faciales y suavizar arrugas dinámicas.
2. Peelings químicos: para mejorar la textura y luminosidad de la piel.​
3. Tratamientos con láser: para abordar manchas, cicatrices o mejorar la firmeza cutánea.​

La combinación de tratamientos debe ser evaluada y planificada por un especialista para asegurar la seguridad y eficacia.

Aunque el tratamiento con ácido hialurónico es seguro y bien tolerado por la mayoría de pacientes, existen algunas situaciones en las que no se recomienda su aplicación. Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben posponer el procedimiento, ya que no existen estudios suficientes sobre su seguridad en estas etapas. También está contraindicado en personas con enfermedades autoinmunes, infecciones activas en la zona a tratar, alergias a alguno de los componentes del producto o en pacientes que estén tomando ciertos medicamentos anticoagulantes.

Es fundamental realizar una valoración médica previa, donde el especialista evalúe la historia clínica y las condiciones individuales para garantizar que el tratamiento sea seguro y efectivo. En Clínica del Carmen, este análisis se realiza siempre antes de cada procedimiento para ofrecer total confianza a nuestras pacientes.

Lo más importante al elegir dónde realizar un tratamiento con ácido hialurónico es acudir a un centro médico autorizado que cuente con profesionales cualificados y productos certificados. En Clínica del Carmen, nuestro especialista en medicina estética están altamente formado y tiene amplia experiencia en la aplicación de ácido hialurónico para rellenos faciales, garantizando un resultado natural, seguro y adaptado a cada paciente.

Además, disponemos de sedes en Las Palmas, Arucas y Vecindario, lo que permite a nuestras pacientes elegir la ubicación más cómoda sin renunciar a la excelencia en el tratamiento. Contamos con protocolos personalizados, materiales de alta gama y atención médica integral desde la primera consulta hasta el seguimiento postratamiento.