La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) se ha convertido en una preocupación mayor para la salud visual de la población mayor de 50 años en las Islas Canarias y a nivel mundial. Esta condición, que afecta significativamente la calidad de vida de quienes la padecen, es una de las principales causas de pérdida de visión en el grupo etario mencionado. A medida que la esperanza de vida continúa aumentando, se espera que la prevalencia de la DMAE siga creciendo, lo que subraya la importancia de entender sus causas, síntomas, y más crucial aún, las estrategias de prevención.
Causas y Factores de Riesgo
La DMAE es una enfermedad compleja influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Aunque se han identificado más de 30 variantes genéticas asociadas a esta condición, la genética por sí sola no explica la totalidad del riesgo. Los factores ambientales o epigenéticos, como el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, y una dieta no saludable, juegan un papel crucial en su desarrollo y progresión. La interacción entre la predisposición genética y estos factores ambientales determina el riesgo individual de desarrollar DMAE.
Síntomas y Fases de la Enfermedad
La DMAE puede pasar inadvertida en sus etapas iniciales, manifestándose gradualmente a través de la pérdida de visión central, la aparición de manchas en el campo visual, y en casos más avanzados, la percepción de líneas deformadas. Estos síntomas pueden afectar actividades cotidianas como la lectura y el reconocimiento de rostros, impactando significativamente en la autonomía del individuo.
Estrategias de Prevención
- Aunque el componente genético de la DMAE no puede modificarse, hay medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad o ralentizar su progresión:
- Evitar el Tabaquismo y el Consumo Excesivo de Alcohol: Estos hábitos tienen un impacto negativo en la salud ocular y general.
- Mantener una Dieta Saludable: Una alimentación rica en frutas, verduras, frutos secos, y pescado puede tener efectos protectores para la salud ocular.
- Realizar Ejercicio Regularmente: La actividad física contribuye a una buena circulación sanguínea, lo cual es beneficioso para los ojos.
- Control del Peso Corporal: Mantener un peso saludable ayuda a prevenir enfermedades sistémicas que pueden afectar la visión.
- Protección Solar: Usar gafas de sol para proteger los ojos de la exposición UV puede reducir el riesgo de DMAE.
Detección Precoz
La detección temprana de la DMAE es crucial para implementar estrategias que preserven la visión. Examinar regularmente la visión mediante cuadrículas o rejillas, y realizar visitas preventivas al oftalmólogo, son recomendaciones clave para identificar cambios en la visión que puedan indicar el inicio de la enfermedad.
La DMAE es un desafío creciente para la salud pública, especialmente en regiones como Canarias donde la población envejecida está en aumento. Comprender la enfermedad y adoptar medidas preventivas puede hacer una diferencia significativa en la calidad de vida de las personas mayores. La educación sobre los factores de riesgo y la promoción de hábitos saludables son esenciales para enfrentar esta condición. La colaboración entre pacientes, familias y profesionales de la salud es fundamental para gestionar eficazmente la DMAE y minimizar su impacto en la sociedad.