Las ojeras son un motivo frecuente de consulta a cualquier edad. Es habitual que los pacientes relaten haber efectuado múltiples tratamientos sin resultado. Esto sucede porque el concepto “ojera” engloba un conjunto de alteraciones que pueden aparecer por separado o conjuntamente y si no son correctamente evaluadas no podrá corregirse el problema.
Ojeras “hundidas”
Se producen por afinamiento de la piel y descenso de la grasa de la mejilla por la edad. El tratamiento mediante infiltraciones de ácido hialurónico proporciona excelentes resultados. Aumenta el grosor y la calidad de la piel y disminuye la transparencia de la red vascular subyacente proporcionando luminosidad al rostro y un aspecto más descansado. Es ideal para pacientes jóvenes que no tienen “bolsas grasas”.
Ojeras “oscuras”
El oscurecimiento es debido a hiperpigmentación (exceso de melanina). Este es el caso de las ojeras hereditarias, que son las más difíciles de tratar. El tratamiento va enfocado a eliminar el exceso de pigmento con láser, peeling , luz pulsada o cremas despigmentantes.
Ojeras “rojo-azuladas”
La piel del párpado es sumamente delgada por lo cual puede verse por transparencia la red vascular subyacente. Existen factores que empeoran la congestión vascular local como falta de sueño, malos hábitos alimentarios, stress, cansancio, tabaquismo alteraciones renales, hepáticas, medicaciones. El tratamiento es corregir el trastorno de base. El frío local y los descongestivos proporcionan alivio temporal. El CO2 termal es bastante efectivo ya que mejora la oxigenación de los tejidos y la microcirculación. Además se pueden usar láser vasculares, mesoterapia con vitaminas, peelings, y en algunos casos relleno con ácido hialurónico.
Bolsas grasas prominentes
En el caso de que existan “bolsas grasas” prominentes la única solución es la cirugía. La blefaroplastia inferior corrige las antiestéticas bolsas y mejora la transición entre el párpado y la mejilla, eliminando el aspecto de cansancio de manera definitiva.
El tratamiento de las ojeras requiere un diagnóstico adecuado y una especial pericia en las técnicas, ya que se trata de una zona sensible y compleja . A pesar de ello, en la actualidad contamos con nuevas terapéuticas cuyos resultados son altamente satisfactorios.