La realización de la blefaroplastia está indicada en aquellos pacientes que padezcan un exceso de piel o protusión de bolsas grasas que acompañan a los párpados a partir de una determinada edad. Muchas veces ese exceso viene determinado por una condición genética debido a la herencia de padres, abuelos, etc.; otras veces se debe a una laxitud de la piel por malos hábitos (tabaco, falta de sueño y sobrepeso generalmente) o por exceso de toma de sol por ejemplo.
Cuando se presenta ese exceso de piel y de bolsas grasas debido a la debilidad de los tejidos el paciente experimenta una incomodidad importante y no solo a nivel estético sino también visual porque a veces ocluye el eje visual acentuándose a medida que avanza el día empeorando los síntomas y la incomodidad.
Cuando un paciente está interesado en hacerse cualquier cirugía es preceptivo realizar una visita previa donde se realizará la indicación y se dará la información necesaria. Una vez aceptado el proceso se realizará una serie de pruebas previas para comprobar que todo está correcto. Generalmente hacemos una analítica con hemograma, bioquímica general (glucemia, creatinina, lípidos…) y el estado de la coagulación del paciente además de radiología simple de tórax y electrocardiograma informado donde vemos cómo está su estado general y cardíaco. Todas estas pruebas las valora un anestesista antes de realizarle al paciente la cirugía.
Es muy importante que los pacientes sepan que cuando se van a operar no van a sufrir dolor. Nuestro centro realiza siempre la técnica denominada “sedación consciente” monitorizada por un anestesista. Se basa en inducir al paciente una especie de estado ensoñatorio en el que no se da cuenta de lo que se le está realizando pero estando despierto.
La cirugía de los párpados conlleva unos 30 minutos por párpado intervenido y suele hacerse en un ámbito quirúrgico de cirugía ambulatoria.
Se extirpan los tejidos sobrantes y se suele requerir de suturas que retiraremos unas dos semanas después de la operación. Tras la operación los pacientes pasan a un lugar de recuperación. Se les aplica frío local y monitorizamos todas sus constantes hasta el alta. Generalmente se aplica pomada en la herida y dentro del ojo. El primer día puede costar cerrar el párpado de forma completa.
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Desde el día siguiente el paciente observa cómo al retirar todos esos tejidos sobrantes la incomodidad disminuye muchísimo. Como en todo proceso quirúrgico va a haber cierta inflamación. Pueden aparecer hematomas que producirán cierta coloración cutánea local durante las primeras dos semanas. Después de ese tiempo los hematomas residuales son poco visibles. A partir de la primera semana los pacientes pueden usar corrector de ojeras o cualquier otro maquillaje testado lo que disimula mucho dicha coloración temporal. A todos los pacientes se le pauta tratamiento antiinflamatorio tópico y sistémico así como antibióticos locales. Se les recomienda reposo relativo aconsejando diferir la realización de deporte al menos una semana.
A partir de las dos semanas de la intervención el paciente ya nota muchísima comodidad y un cambio estético evidente. Va a estar mucho más cómodo y menos molesto por ese peso de los tejidos que hemos quitado. Además de encontrarse mucho mejor tanto por impresión propia como a nivel de su entorno.
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