Come más
Tu metabolismo necesita para mantenerse activo. Haz cinco comidas al día que empiecen con un buen desayuno, dos tentempiés sanos, una comida y una cena ligera. No debes saltarte ninguna comida porque lo único que conseguirás es ir acumulando hambre, ralentizar tu metabolismo y potenciar el efecto rebote si haces dieta.
No elimines los hidratos
Las legumbres, los cereales, el pan o la pasta integral no son los culpables. Tus enemigos son los dulces industriales, el pan de molde, los snacks salados, los cereales azucarados y los alimentos refinados. Se pueden comer hidratos saludables perfectamente en tu dieta cotidiana. Se recomienda tomarlos en las primeras comidas del día (desayuno y almuerzo). Toma legumbres al menos tres veces en semana. Su alto contenido en fibra y su efecto saciante son ideales para una dieta equilibrada. El mejor consejo con respecto a los hidratos es no consumirlos por las noches.
Evita los azucares encubiertos.
Quizá creas que no consumes azúcar blanco en tu día a día, pero que no se lo añadas al café, no significa que no estén presentes en otros alimentos, como en los panes de molde, las sopas y purés envasados, los yogures, el salmón ahumado… El azúcar encubierto provoca picos de insulina, hace que siempre tengas hambre y, además, que estés baja de energía.
Toma chocolate
Mejor cuanto más cantidad de cacao tenga, al menos un 65% de cacao, ya que cuanto más puro sea, más concentradas están las sustancias beneficiosas que nos aporta. Además el chocolate negro, tiene menos grasas y aporta menos calorías que los otros, pero siempre hay que tomarlo con moderación.
¿Cuándo y cómo?
Muchas veces no son los alimentos en sí los que te engordan sino la forma y el momento en que los comes. Por ejemplo, los hidratos son recomendables por la mañana o al medio día si después vas a hacer un esfuerzo físico, pero no por la noche, cuando se acumularían durante el sueño. Para cenar son mucho más ligeras las proteínas, sobre todo si has hecho ejercicio, ya que son el alimento de los músculos.
Muevete más
Añade actividad física a tu día a día. No solo practicar puntualmente deporte, sino mantenerte activo en otros momentos del día. Aprovecha para ir caminando a más sitios, subir escaleras…