Si eres de los que un tiempo antes de las Fiestas, te esfuerzas (y “fuerzas”) por mantener la línea y conservar un buen estado físico, puede que el motivo por el que en Navidad te excedas sea justamente el control general que desarrollas durante el año.
Precisamente, lo que pensabas que iba a ayudarte a controlar tus ganas de comer, es lo que finalmente podría llevarte a abusar incluso más. Defendemos los hábitos de vida saludable y seguir una alimentación balanceada, pero siempre que se realicen de forma equilibrada y constante, buscando el bienestar físico y emocional.
¿Puede una dieta tener un efecto negativo? Sí, podría. Insistimos, todo depende de cada caso, de si la dieta es balanceada, de cómo afronta la persona esos hábitos de alimentación nuevos, etc. Por eso, siempre recomendamos estar bien asesorados por especialistas médicos, cuando realizas alguna dieta en busca de pérdida de peso.
Y es que decides hacer, pre-Navidad, una dieta “extrema” debes tomar en cuenta que: cuando repentinamente haces un parón, es normal que surja un descontrol y te veas atraído/a a compensar esas duras privaciones a las que te has sometido. Te restringes con el objetivo de pegarte un atracón, y al final ese atracón se debe al sentimiento de restricción.
Para encontrar una solución adecuada y poder disfrutar sin sufrir las consecuencias más adelante, es importante comprender el motivo por el que estás comiendo de más.
Muchos especialistas en Nutrición afirman que en lugar de reprimir tus ganas de comer alimentos prohibidos, hay que intentar “re-educar” a esas ganas, lo que implica olvidarte de estas dietas pre-Navidad.
Puede que marcarte una dieta restringida no sea lo más adecuado para ti y que pasarte “poco a poco”, guiada y conscientemente, a una vida de hábitos alimenticios más sanos, sea la forma correcta de abordar el tema (y de evitar atracones provocados por las privaciones no controladas de ciertos alimentos).