Los alimentos afectan emocionalmente a quienes los consumen. Más allá de la nutrición o de las calorías que nos aportan, los alimentos también pueden influir en nuestro estado de ánimo.
En los últimos años no sólo nuestra alimentación ha cambiado, sino también la forma de ver nuestra nutrición. La obsesión por encontrar productos ecológicos o no tratados ni procesados se está convirtiendo en una necesidad cada vez más presenten en los hogares. Y esto no solo tiene que ver con la buena calidad de los alimentos que queremos consumir, sino también porque sabemos lo importante que es para nuestro organismo comer de una manera o de otra.
¿Qué factores influyen en la pérdida de ánimo?
Niveles bajos de serotonina provocan estados depresivos, empujando a nuestro cuerpo a la ingesta de alimentos azucarados para compensar, mediante subidas de azúcar, nuestra sensación de bienestar. Pero esta subida rápida de azúcar no dura demasiado. Esto es debido a que nuestro cuerpo libera insulina para contrarrestar este nivel elevado de glucosa en sangre, que es tóxico para nosotros.
«Más allá la nutrición o de las calorías que nos aportan, los alimentos también pueden influir en nuestro estado de ánimo»
Estudios médicos
Para la medicina centrada en el sistema digestivo también ha habido cambios significativos ante el giro de los hábitos alimenticios de la población. ¿Qué se ha descubierto? Que el intestino es nuestro un segundo cerebro, y que prestándole el cuidado que se merece, puede cambiar completamente nuestro estado de ánimo y, por lo tanto, nuestro bienestar general.
Por ejemplo, estudios en poblaciones vegetarianas y veganas, muestran que tienen mayor riesgo de depresión a largo plazo, sobre todo los hombres, por la falta de vitamina B12 (presente en alimentos de origen animal), así como por bajo consumo de hierro, que se encuentra en las carnes rojas. El mismo riesgo corren quienes se someten a dietas poco saludables para bajar de peso, sin supervisión médica.
«Lo más importante es evitar los alimentos que impiden la correcta fabricación de serotonina como los que producen inflamaciones o carencias nutricionales»
Consejos by CanaryDoctor
Si no estás al tanto de qué tipos de alimentos afectan o no al organismo, toma nota:
- Pescado azul: como el salmón y el atún. Se caracterizan por su aporte en vitamina D, que juega un papel fundamental en la reducción de los desordenes afectivo estacionales (la típica tristeza y “bajón” otoñal-invernal).
- Chocolate negro: excelente fuente de triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina. Tiene un efecto potenciador de la felicidad y el estado de ánimo positivo.
- Yogur: rico en probióticos. Los probióticos pueden aliviar los síntomas de la depresión al mismo tiempo que ayudan a mejorar el malestar gastrointestinal según una investigación de la Universidad de McMaster de Canadá.
- Verduras de hoja verde: como las espinacas o el kale. Son muy ricas en folatos, una vitamina del grupo B que se ha asociado con menor riesgo de depresión.
- Frutos del bosque: Se recomiendan especialmente los arándanos silvestres cuyo aporte en antioxidantes es excelente. Los frutos del bosque junto con el brócoli, la col y la remolacha, mejoran la diversidad bacteriana del intestino y reducen las inflamaciones, ambas imprescindible para gozar de un estado de ánimo positivo. Varios estudios han demostrado que los frutos del bosque mejoran los síntomas de disforia, depresión y atenuación del estrés.
- Nueces: muy ricas en ácidos grasos Omega 3. Tienen un efecto calmante, ayudan a la concentración y proporcionan un poder “estabilizador” del estado de ánimo.
- Avena: es un cereal rico en proteínas que contiene muchos antioxidantes y vitaminas y, gracias a esto, tiene muchos beneficios para la salud tanto física como emocional. Respecto a este último, aporta vitalidad, es decir, que combate el cansancio y los nivele bajos de energía. En este sentido, también mejora el estado de ánimo.
- Piña: es una fruta que favorece la producción de serotonina, así que ayuda a mejorar el estado de ánimo, tranquilizar y aportar más vitalidad. También parece que ayuda a conciliar el sueño.
- Hortalizas: concretamente, cebolla, puerro, ajo, zanahoria, judías, alcachofa y remolacha. Delicias de la huerta ricas en fibra soluble y almidón resistente, propiedades que les otorgan características prebióticas. Diversos estudios han demostrado las propiedades ansiolíticas de los prebióticos.
¿Qué nos aportan los hidratos de carbono?
Los hidratos están formados por azúcares simples o complejos, que son la fuente de energía de nuestro organismo. Siempre son recomendables los complejos frente a los simples y una deficiente ingesta puede provocar hipoglucemia. Una hipoglucemia duradera puede ocasionar falta de concentración, nerviosismo, cansancio o irritabilidad.
¿Por qué son necesarias las proteínas?
Son combinaciones de aminoácidos que forman las estructuras dentro del organismo. También son el soporte para la generación de neurotransmisores como la serotonina, que regula los ciclos circadianos y el estado de ánimo.
¿Qué relación hay entre los minerales y el estado de ánimo?
De todos los presentes en los alimentos, uno de los más importantes es el hierro. Este mineral interviene en la función y síntesis de algunos neurotransmisores. De ahí que las personas que sufren de anemia tengan una tendencia al decaimiento y al cansancio. El déficit de hierro está relacionado con la disminución de la capacidad de concentración, de atención y de memoria, que puede ocasionar una bajada del rendimiento escolar o laboral.
En CanaryDoctor queremos destacar que tan importante es llenar tu cesta de potenciadores naturales de la felicidad como evitar los ingredientes que perjudican la energía emocional. Por eso, debemos evitar los alimentos que impiden la correcta fabricación de serotonina como el alcohol, los azúcares refinados, los edulcorantes y procesados. ¡En nuestras manos está la clave para potenciar nuestra salud y la felicidad!