En este estudio, publicado en la revista “JAMA Network Open”, se analizó el caso de 1.435 mujeres que participaban en Framingham Heart Study. Desde 1949 hasta 2016, este estudio evaluó cada dos años la salud de las participantes para determinar la causa natural de enfermedades cardiovasculares.
169 mujeres habían padecido preeclampsia antes de participar y ninguna había padecido un ictus antes de inscribirse en el estudio. Se anotó que estas mujeres tenían más probabilidades de tener una presión arterial alta, fumar o recibir algún tratamiento para el colesterol alto.
El seguimiento medio fue de 32 años por individuo, comprobando que 231 mujeres sufrieron un ictus. Al tener en cuenta los riesgos vasculares tradicionales, se asoció independientemente un riesgo 3,8 veces mayor de sufrir un accidente cerebrovascular más adelante.
A pesar de ello, los investigadores reconocen que se desconoce mucho sobre la relación entre ambas enfermedades. Pero estos datos han hecho sospechar que la preeclampsia provoca más problemas a largo plazo.
La Dra. Lauren Theilen, autora principal del estudio señala que existía un pensamiento equívoco sobre la preeclampsia. Se pensaba que se padecía únicamente durante el embarazo y luego desaparecía. Gracias a estos estudios se ha comprobado que causa un daño duradero en los vasos sanguíneos.