Cuando estamos en la playa hay tres grandes grupos de riesgos que pueden hacer que surjan contratiempos:
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Desde el mismo momento en que nos bajamos del coche y entramos a la arena nos encontramos bajo la radiación del sol.
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Los riesgos que hay de entrar en el agua.
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Las actividades de ocio que suelen darse cuando estamos en la playa.
¿Cuáles son los principales riesgos del sol?
En muchas ocasiones no se tiene muy en cuenta el riesgo de las quemaduras solares pero que a la larga puede condicionar a enfermedades tan temidas como el cáncer de piel o el melanoma. Además, la exposición al sol puede provocar insolaciones, golpes de calor y posibles lipotimias o desvanecimientos.
¿Qué lesiones podemos sufrir en el agua?
En el agua el riesgo cambia podemos tener riesgos de ahogamientos, ya que en el contacto con las mareas y las corrientes nos podemos llevar grandes sustos, aunque seamos muy experimentados. Por otro lado, estamos en contacto con animales que pueden provocarnos lesiones, por ejemplo, las picaduras de medusas, sobre todo en Canarias.
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Los riesgos de las actividades de ocio en la playa
En la playa se dan las condiciones ideales para realizar una serie de actividades de ocio que pueden también entrañar riesgos para nuestra salud como, por ejemplo, las actividades deportivas. Solemos correr o jugar al vóley playa y los tobillos ante estas situaciones y, en una superficie tan irregular como la arena, pueden sufrir torceduras y lesiones.
También la playa parece llamar a tomar un poco de alcohol, por estar relajado y en estas condiciones climatológicamente favorables, ya sea a modo de cerveza o en fiestas nocturnas. Hay que tener mucho cuidado porque en estas situaciones de humedad y calor el alcohol puede predisponer a una deshidratación interna y a que sus efectos sean más patentes.
Por último, en la playa se invita también a que se pueda hacer barbacoas. Tenemos que tener especial cuidado porque se pueden producir quemaduras al entrar directamente en contacto con la brasa y cortes al estar descalzos en la arena.
¿Cómo evitar lesiones en la playa?
La manera más fácil de prevenir todas estas lesiones es utilizando el sentido común. En el tema del sol, sabemos que de 12:00 a 16:00 aproximadamente es cuando el sol más alto está y cuando los rayos inciden más directamente sobre nosotros, por lo que tenemos que evitar en la medida de lo posible exponernos al sol en estas horas. Además es importante la protección solar, se aconseja que 30 minutos antes de que vayamos a entrar en la playa nos rociemos con protección solar y que cada dos horas nos vayamos poniendo un recambio de la loción, incluso cada vez que salgamos del agua.
Es importante también estar bien hidratados, beber mucha agua porque en la playa no nos damos cuenta pero el calor va haciendo que nos vayamos secando por dentro, que nuestro cerebro no sea consciente y que podamos sufrir episodios de mareos e incluso de pérdida de conocimiento. Una buena opción sana y además enérgicamente nutricional es tomar alguna pieza de fruta que también tiene un alto contenido en agua.
Si hablamos del agua es muy importante que no perdamos por un lado el respeto al agua porque incluso las personas más experimentadas pueden sufrir experiencias no deseables, pero sobre todo hay que tener mucho cuidado con los más pequeños, porque, aunque sepan nadar, en cuestión de segundos una corriente o una marea inesperada o un despiste puede hacer que suframos un ahogamiento, que por desgracia suele tener consecuencias bastante graves.
