¿Qué es la laxitud vaginal?
Es la pérdida o disminución de la tensión en la vagina y trae consigo muchos problemas funcionales y psicológicos que pueden lesionar la vida sexual de la mujer.
¿Cómo se diagnostica la laxitud vaginal?
Para la laxitud vaginal existen métodos que miden la presión intravaginal. Asimismo, existen métodos para conocer la capacidad y el tiempo de contracción de la vagina. Sin embargo, el diagnóstico fundamental recae en la opinión específicamente de cada mujer en relación a la sensación que siente al contraer su vagina. Por eso hay algunos autores que no lo llaman laxitud vaginal sino sensación de vagina amplia.
¿Cómo se trata la laxitud vaginal?
Existen tratamientos conservadores como la rehabilitación del suelo pélvico con efectos bastante satisfactorios. Sin embargo existen también tratamientos quirúrgicos como la vaginoplastia que tienden a disminuir el diámetro de la vagina y mejorar la sensación de vagina amplia que tiene mucho que ver con los trastornos de suelo pélvico como el posparto, la gestación, etc. Existe también aparte de los tratamientos quirúrgicos un tratamiento novedoso que sería el láser del CO2.
¿En qué consiste el láser CO2 en la laxitud vaginal?
El láser mediante los pulsos láser fraccionados produce un efecto térmico que aumenta el diámetro del colágeno y facilita la angiogénesis para que estos músculos puedan funcionar de mejor forma. Esto da lugar a la remodelación de las fibras de colágeno y, con ello, a la recuperación de la forma y la flexibilidad. El procedimiento supone un alivio inmediato y duradero a través de un tratamiento indoloro, probado y no quirúrgico. Prácticamente todos los pacientes sienten mejoría después de la primera sesión. Hay que tener en cuenta de que todo dependerá de la capacidad de regeneración del colágeno que tenga cada mujer. El número de sesiones variará según el grado de laxitud y de cada paciente.