Las mismas son básicas pero se pueden incluir más para ir vigilando de cerca el desarrollo embrionario.
Ecografía del primer trimestre:
Se realiza una ecografía estándar del primer trimestre antes de las 14 semanas y los 0 días de gestación. Se puede realizar por vía transabdominal, transvaginal o transperineal. Incluye una evaluación de la presencia, tamaño, ubicación y número de saco(s) gestacional(es); y una evaluación de los sacos gestacionales.
Las indicaciones para una ecografía del primer trimestre incluyen las siguientes:
- Para confirmar un embarazo intrauterino.
- Para evaluar una sospecha de embarazo ectópico.
- Para evaluar el sangrado vaginal.
- Para evaluar el dolor pélvico.
- Para estimar la edad gestacional.
- Para diagnosticar y evaluar gestaciones múltiples.
- Para confirmar la actividad cardíaca.
- Complemento en la toma de muestras de vellosidades coriónicas.
- Complemento en la transferencia de embriones.
- Complemento en la localización y/o extracción de un dispositivo intrauterino.
- Para evaluar ciertas anomalías fetales, como la anencefalia, en pacientes de alto riesgo.
- Para evaluar masas pélvicas, anexiales maternas o anomalías.
- Para detectar aneuploidía fetal (translucencia nucal) cuando forma parte de la detección de aneuploidía.
- Para evaluar la sospecha de mola hidatiforme.
Ecografía del segundo o tercer trimestre:
Una ecografía estándar en el segundo o tercer trimestre implica una evaluación del feto, presentación y número, volumen de líquido amniótico, actividad cardíaca, posición de la placenta, feto biometría y estudio anatómico.
Las indicaciones para una ecografía estándar del segundo o tercer trimestre incluyen las siguientes:
- Detección de anomalías fetales.
- Evaluación de la anatomía fetal.
- Estimación de la edad gestacional.
- Evaluación del crecimiento fetal.
- Evaluación del sangrado vaginal
- Evaluación de la insuficiencia cervical.
- Evaluación del dolor abdominal y pélvico.
- Determinación de la presentación fetal.
- Evaluación de sospecha de gestación múltiple.
- Adjunto a la amniocentesis u otro procedimiento.
- Evaluación de la discrepancia entre el tamaño uterino y las fechas clínicas.
- Evaluación de la masa pélvica.
- Examen de sospecha de mola hidatiforme.
- Adjunto a la colocación de cerclaje cervical.
- Evaluación de sospecha de embarazo ectópico.
- Evaluación de la sospecha de muerte fetal.
- Evaluación de sospecha de anormalidad uterina.
- Evaluación del bienestar fetal.
- Evaluación de sospechas de anomalías en el líquido amniótico.
- Evaluación de sospecha de desprendimiento de placenta.
- Adjunto a la versión cefálica externa.
- Evaluación de marcadores bioquímicos anormales.
- Evaluación de seguimiento de una anomalía fetal.
- Evaluación de seguimiento de la ubicación de la placenta por sospecha de placenta previa.
- Evaluación con antecedentes de anomalía congénita previa.
- Evaluación de la condición fetal en inscriptas tardías para atención prenatal.
- Evaluación de hallazgos que puedan aumentar el riesgo de aneuploidía.
El Dr. Daniel García, ginecólogo y obstetra de Ginefem, nos explica cuándo se recomienda hacer una ecografía prenatal.