¡Cuidado al empezar a correr!
Correr es bueno para la salud pero debemos respetar ciertos criterios poder disfrutar de una carrera sin que esto se transforme en algo doloroso.
Hay que asegurarse de tener las zapatillas correctas porque correr con calzado desgastado o inadecuado provocará dolencias y lesiones a medio o largo plazo.
Es interesante acudir a una tienda especializada que nos aconsejará sobre las zapatillas a utilizar según nuestra morfología y el tipo de “running” que vamos a practicar (asfalto, tierra, pista, montaña, variado), existiendo para cada una de estas modalidades un calzado especifico.
Debemos siempre empezar con un buen calentamiento y acabar con estiramientos. El calentamiento permite dilatar las vasos sanguíneos. De esta manera los músculos reciben un buen aporte extra de oxígeno optimizando la flexibilidad y la eficacia muscular. Seguir una buena rutina de calentamiento, antes de salir a correr, es básico para lograr los objetivos propuestos sin sufrir daños en nuestro organismo.
Tan crucial como el calentamiento son los estiramientos finales que nos permiten bajar gradualmente la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal.
La mayor molestia de los corredores novatos suelen ser las rodillas.Una fatal combinación de músculos débiles, sobrepeso y una mala técnica suelen provocar esta dolencia.
Si no hay apoyo correcto al impactar los pies contra el suelo, se tensan los tendones y los músculos provocando una mala postura lo cual se transforma en el origen del problema.
Tener unas las zapatillas adecuadas y una buena técnica nos permitirá hacer los progresos adecuados reduciendo el riesgo de lesiones.
Siempre es mejor pecar de precavido y, ante una molestia que nos impide correr con normalidad, es preferible dejar pasar un par de días para ver si remite o en caso contrario, acudir al médico o especialista para que nos diagnostique lo que puede estar ocasionando dicho dolor y, si debemos, parar los entrenamientos hasta volver a estar al 100%.