Más allá del cuidado del peso corporal, el ejercicio juega un papel clave en nuestro bienestar general. El ejercicio diario tiene múltiples beneficios para la salud física y mental de las personas a cualquier edad. Sin embargo,al acercarse las fiestas decembrinas se puede alterar por completo nuestra rutina y en muchas ocasiones no priorizamos la actividad física, con las consecuentes repercusiones de cara al inicio de un nuevo año. Por ello, desde CanaryDoctor te traemos 10 recomendaciones para que, aún durante navidad, sigas moviendo el esqueleto sin que nada te detenga:
- Planifica tu día. Entre las comidas con amigos y familiares, reserva un tiempo específico durante el día para hacer ejercicio y escríbelo en tu agenda.
- La responsabilidad ayuda. Si te falta motivación, ponte de acuerdo con un amigo o un familiar con un objetivo similar para quedar y hacer actividad física en conjunto. Un compañero, seguro que puede ayudarte a mantenerte encaminado y motivarte a no tirar la toalla durante estos días.
- Contar los pasos es un gran paso. Los contadores de pasos o los podómetros integrados en los relojes inteligentes son una forma fácil y económica de recordarte que debes moverte. Alcanzar los 10.000 pasos diarios es un buen objetivo general. Pero si lo ves muy cuesta arriba, contabiliza el promedio de pasos que das durante una semana y luego ve aumentando 1.000 pasos cada dos semanas. Si no tienes uno de estos relojes, aprovecha y pídelo para Reyes.
- Manténte enérgico. Cuando camines a comprar regalos, házlo con energía, ya que esto puede ayudar a activar tu metabolismo, lo que difícilmente se logra con una caminata a ritmo pausado. ¿A qué nos referimos con energía? Pues camina como si hubieses quedado con alguien para almorzar, pero vas un poco tarde para la cita.
- Apaga la televisión, el ordenador y el teléfono inteligente. Lo más probable es que si apagas estos dispositivos durante una o dos horas, automáticamente te moverás más y reducirás tu “tiempo sentado”. Aprovecha este tiempo para las tareas del hogar, haz algún mandado, juega con tus hijos o da un paseito por tu barrio.
- Convierte el tiempo sentado en tiempo en forma. Intenta combinar el movimiento con una actividad sedentaria que ya realizas. Por ejemplo, haz sentadillas, camina en el mismo lugar, salta, haz flexiones o abdominales mientras ves la tele o durante cada comercial. La inquietud, o su término científico termogénesis de actividad sin ejercicio, también utiliza energía extra. Los estudios demuestran que las personas delgadas incorporan más movimientos de este tipo a lo largo del día en comparación con las personas con sobrepeso. Esto puede significar caminar de un lado a otro mientras hablas por teléfono, dar golpecitos con los pies mientras estás sentado, etc.
- Muévete en la oficina. Si trabajas en turnos prolongados, tienes familia y muchas actividades al unísono, hacer ejercicio puede ser muy complicado. Así que concéntrate en moverte en tu oficina (o lugar de trabajo) incluso si tienes un trabajo de escritorio sedentario. Sube las escaleras y evita los ascensores, aparca lo más lejos posible de la puerta de la oficina principal, establece un recordatorio para levantarte y caminar durante 5 minutos cada hora (¡eso podría sumar hasta 40 minutos en un día!), o sigue un vídeo corto de ejercicios de escritorio en línea.
- Divide el entrenamiento. Si eres nuevo en el ejercicio y ves muy desafiante una sesión de 30 minutos, divídela en dos sesiones de 15 minutos cada una. El beneficio físico puede ser mayor si puedes hacer ejercicio con mayor energía e intensidad en dos episodios más cortos, que si intentaras hacer ejercicio durante 30 minutos pero disminuyendo la fatiga hacia el final.
- Regístrate para una clase o un evento específico. Consulta el horario de clases de acondicionamiento físico en tu gimnasio, estudio de yoga o centro comunitario local. Algunos ofrecen clases virtuales con un instructor en vivo pero que puedes hacer en casa. O inscríbete en un evento específico como una carrera en ruta o una caminata; esto puede ayudarte a entrenar con regularidad las semanas previas al evento. Tener una fecha objetivo o la estructura de una clase semanal puede mantenerte animado y comprometido.
- Recompensate. Establece metas a corto plazo, luego reconócelas y recompensarte cuando las alcances. Las afirmaciones positivas son clave para desarrollar la confianza a medida que te comprometes con los objetivos de acondicionamiento físico continuos. Disfruta de zapatos, ropa o equipo de ejercicio nuevos; un nuevo libro; o un masaje. ¡Te lo mereces!
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