Mucho sol
La exposición al sol hace que el cuerpo produzca más pigmento llamado melanina, que es lo que le da color a la piel. Cuando se toma demasiado sol, se promueve la descomposición del colágeno. Menos colágeno equivale a una piel más delgada, lo que hace que las venas sean más obvias.
Demasiado estrés
Las ojeras pueden ser un reflejo del estrés. Cuando estás bajo estrés, la sangre va a otras partes de tu cuerpo en lugar de agregar un rubor normal a tu cara. La falta de sangre hará que tu rostro se vea pálido y hará que los vasos sanguíneos debajo de los ojos se vuelvan más obvios.
Muy poca agua
Una razón común de las ojeras es la deshidratación. Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, la piel debajo de sus ojos comienza a verse opaca y los ojos se ven hundidos. El resultado son sombras y vasos sanguíneos más pronunciados.
No nos olvidemos de los genes
Es posible que debas agradecerle al ADN de tu familia las ojeras debajo de los ojos. En algunas familias, los miembros tienen un pigmento más oscuro en la piel debajo de los ojos que en cualquier otro lugar de la cara y puede dar lugar a la aparición de ojeras. Es más común que las familias que tienen tonos de piel más oscuros tengan ojeras. Si en tu familia hay ojos hundidos, esa es otra razón por la que las ojeras pueden ser más notorias.
Maneras de mejorar las ojeras
Si bien es más difícil tratar las ojeras que son causadas por genes familiares o alergias estacionales, todavía hay varias formas de arrojar algo de luz sobre cómo lidiar con ellas.
Cambia tu dieta:
- Elige alimentos con pigmentos. Algunos alimentos contienen pigmentos antioxidantes que pueden ayudarte a fortalecer los vasos sanguíneos para que no pierdan sangre y sean más pronunciados. Comer alimentos como arándanos, té verde o negro, legumbres, cebollas y perejil puede proporcionar esos antioxidantes.
- Hidrátate de forma saludable. Bebe suficiente agua y otros líquidos saludables todos los días. Las frutas y verduras jugosas también son excelentes recursos de hidratación.
- Reduce la sal. Cuando comes alimentos salados, puedes retener líquido, lo que puede causar hinchazón. Trata de consumir no más de 2.400 miligramos de sodio al día.
Protege tu mirada:
- Descansa. Intenta dormir al menos ocho horas cada noche.
- Mantén el sol a raya. Usa protector solar a diario, inclusive en los párpados. Esto ayudará a evitar que la piel debajo de los ojos se debilite debido al daño solar. Las gafas de sol grandes y un sombrero ancho son una protección útil cuando vas a la playa.
- No te frotes los ojos. Frotarse demasiado los ojos puede romper los vasos sanguíneos debajo de la piel. Puede hacer que la piel delgada alrededor de los ojos muestre con mayor claridad los vasos sanguíneos rotos subyacentes.
Dale amor a tu mirada:
- Prueba el té para los ojos. Remoja dos bolsitas de té negro y déjalas enfriar antes de ponértelas en los ojos durante unos 15 minutos. Hay cafeína en el té negro que estimula la circulación sanguínea alrededor de los ojos y redistribuye el líquido para ayudar a minimizar las ojeras.
- Refréscate con pepino. Corta dos rodajas de pepino, ponlas en el congelador varios minutos y luego aplica una en cada ojo durante 15 minutos. La temperatura fría de las rodajas, junto con ciertos ingredientes del pepino, pueden reducir la hinchazón y minimizar las ojeras.
- Coloca vitamina K tópica en los párpados. Esta vitamina se agrega a ciertas cremas y sueros para la piel. Puede ayudar a mejorar la circulación y puede hacer que las ojeras sean menos obvias.
Y si buscas una solución total a tu problema, ten en cuenta el relleno facial con ácido hialurónico. El ácido hialurónico hidrata y tonifica la piel, brindándote un brillo juvenil y radiante. Al iluminar la piel, puede ayudar a enmascarar la oscuridad debajo de los ojos.
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