Menos de la mitad de ese estimado de 6000 niños con sobredotación intelectual en Canarias es consciente de su realidad.
Ni ellos ni sus padres o profesores han sabido etiquetar aquello que les pasa. Por tanto, sin detección, tampoco existe el correcto abordaje hacia sus capacidades intelectuales superiores.
Como nos explicó África Borges, experta en el tema, muchos ni se enteran que tienen esta condición.
¿Saben reconocerlo?
Posiblemente a estas familias canarias, les parezca “llamativo” que el niño desde muy pequeño hable con frases bien estructuradas. O que aprenda a leer antes que la media de niños. También puede que les parezca resaltable que el peque se interese desde muy temprano por temas trascendentales, profundos o de corte científico (con preguntas sobre la muerte, el origen de las cosas, entre otros temas). O les parezca interesante su alto grado de curiosidad, creatividad o su perfeccionismo.
Pero en muchos casos, por falta de información, no recurren a un especialista o al propio sistema educativo en busca de guía. De esta forma, es difícil detectar si se trata de un hijo/a con altas capacidades intelectuales.
La realidad es que no se detectan más de la mitad de los casos de niños superdotados en Canarias
La desinformación sobre el tema y el bajo rendimiento que muchas veces presentan estos niños en el colegio (porque se desmotivan o aburren, principalmente), no facilitan el proceso de detección.