Muchas personas llegan a un límite descontrolado con respecto a su peso, en su mayoría por problemas de sobrepeso. Esto conduce a necesitar una ayuda externa para recuperar la salud.
Mucha gente considera que perder peso es únicamente cuestión de estética. Sin embargo, la base de una buena alimentación y hacer un mínimo de ejercicio es la salud. Cuando se lleva una vida de excesos alimenticios y sedentarismo, aparecen casos graves de sobrepeso.
Muchas veces, combatir estos problemas de obesidad con una alimentación saludable y ejercicio físico no es suficiente. Se necesita una ayuda externa que reoriente al paciente a comenzar una nueva vida. Una intervención quirúrgica es la mejor alternativa.
Actualmente, existen diferentes tipos de cirugías para tratar la obesidad. Todos ellos con un mismo objetivo: reducir la capacidad del estómago. De esta manera, el paciente notará mayor sensación de saciedad comiendo menos.
¿Qué tipos de procedimientos existen?
→ Balón intragástrico
Reconocida por ser una operación sin dificultades ni complicaciones. Se realiza sin anestesia e incluso sin hospitalización. La operación consiste en introducir, mediante una sonda que entra por la nariz (nasogástrica), un globo dentro del estómago. Una vez dentro se llena de suero para reducir, aproximadamente a la mitad, su capacidad. Se procede a sellarlo para que permanezca un mínimo de 6 meses en el paciente.
Al llenar el globo el paciente conseguirá la misma sensación de saciedad consumiendo menos cantidad. Con este déficit calórico, el cuerpo recurrirá a obtener más calorías en la grasa corporal acumulada. De esta manera se produce la pérdida de peso progresiva.
→ Banda gástrica
Mediante esta operación lo que se pretende es conseguir pasar a tener dos estómagos. Se introduce y coloca una banda hinchable alrededor de la parte superior del estómago. Se aprieta ligeramente para conseguir formar esas dos cámaras y se deja un hueco entre ambas para que pase la comida.
Con este proceso los alimentos irán primero a la primera cámara, e irán pasando a la segunda lentamente. El objetivo es obtener mayor sensación de saciedad comiendo menos e impedir que el estómago pueda expandirse para albergar más comida.
→ Manga gástrica
En este caso ya se requiere de anestesia general. El objetivo es reducir a un 70% aproximadamente el tamaño del estómago mediante grapas.
La pequeña parte del estómago que albergará la comida, tendrá una forma parecida a la de un plátano por su reducción. Enlazará el esófago con el intestino.
→ Bypass gástrico
Es la técnica más recurrente y en la mayoría de casos, la más eficaz. Eso sí, la recuperación es más larga, y se requiere de anestesia general y hospitalización.
La intervención consiste en unir la parte superior del estómago directamente con el intestino delgado. Como en las otras cirugías, el objetivo es reducir el espacio del estómago que alberga las comidas. Así se obtiene mayor saciedad y déficit calórico. Mediante una dieta saludable, perder peso será más rápido.
¿Para quiénes son adecuadas estas intervenciones?
Estas operaciones comentadas para perder peso, no son cirugías que cualquier persona con sobrepeso deba considerar. La primera recomendación de cualquier médico siempre será corregir el estilo de vida. También será necesario realizar pruebas médicas que descarten problemas de salud que estén influyendo en el aumento excesivo de peso. Como por ejemplo, el hipotiroidimos.
Los pacientes deben comprometerse a cambiar su estilo de vida. Comer saludable y realizar ejercicio será también necesario para perder peso. Tienen que conocer sus riesgos y beneficios.