El mal uso de las nuevas tecnologías está empezando a generar importantes problemas de salud. Cuando se hace un uso indebido y prolongado, sobre todo en los más pequeños, se está acelerando el desarrollo de la miopía a edades cada vez más tempranas. Los oftalmólogos coinciden en que en torno a un 30% de los problemas visuales que presentan los niños que acuden a las consultas son consecuencia del uso de videojuegos y aparatos electrónicos.
El abuso de la exposición visual a tabletas o dispositivos móviles cuando el aparato ocular aún está en fase de maduración puede anticipar la aparición de la miopía. Esta afección se produce al disminuir la frecuencia de parpadeo frente a las pantallas de los dispositivos digitales. Si normalmente debemos parpadear en torno a 15 veces por minuto, delante de la pantalla del ordenador, smartphone o tablet este movimiento se reduce a entre 7 y 10 veces por minuto. El problema radica en que tras el uso prolongado, el ojo enfoca en un espacio concreto mucho tiempo y, esto lleva al desarrollo de alteraciones de la visión. Además de que, con el tiempo, y con el aumento del hábito del uso de las mismas, se generan problemas de adicción en edades más avanzadas.