Todas las personas de este país y, en especial los niños, hemos reducido de manera drástica el tiempo que dedicábamos diariamente a caminar, correr o hacer ejercicio. Durante este periodo de confinamiento vamos a reducir de forma importante nuestra actividad física diaria. Este hecho conlleva inevitablemente a desarrollar efectos negativos en el aparato locomotor, ya que aumenta el sedentarismo (un factor de riesgo para el sobrepeso) y una pérdida de capacidades aeróbicas de las personas, lo que se traduce en sensaciones de fatiga o decaimiento.
Sin embargo, esta circunstancia puede abrir una puerta para introducir actividad física en las rutinas diarias de nuestros niños y adolescentes. Y es que estando en casa, usando un poco de creatividad y a ser posible, con la ayuda de un soporte tecnológico (apps, clases online, vídeotutoriales de Youtube, …), podemos introducir nuevos hábitos deportivos a los niños. Por ejemplo, durante lo que va de cuarentena, sabemos de muchos peques que han descubierto el Yoga en las salas de sus casas o han aprendido que en su azotea, existe un espacio maravilloso para correr, saltar o inventar algún juego de obstáculos.
Idea: los beneficios del ejercicio físico no solo a nivel corporal, sino psicológico y emocional, serán mucho más palpables en esta situación. Crear una rutina de ejercicios, además en familia, puede ser uno de los objetivos del día