El aumento histórico en las islas se debe a varios factores. El primero y, posiblemente más preocupante, es la pérdida al miedo por el contagio. Hoy en día con los avances de la medicina se sabe que una persona “seropositiva” puede vivir muchos años con la ayuda de los nuevos fármacos. Fármacos que han demostrado su gran eficacia en la mejoría de la calidad de vida de las personas con VIH. Sin embargo, el sistema sanitario no puede sostener a un número tan creciente de personas con VIH que van a requerir tratamientos de vida.
Hemos accedido a este dato: “El número pacientes seropositivos tratados en centros hospitalarios de Canarias, durante el año 2018, ha sido de 6.668 lo que ha supuesto un coste en antirretrovirales de 33.585.199,8 €“.
Otro factor no menos importante es el cambio en las relaciones que se está viviendo en la sociedad actual. Las diferentes aplicaciones tecnológicas destinadas a encuentros sexuales son cada más comunes. Estas aplicaciones han facilitado radicalmente la manera y la asiduidad en la que se mantienen relaciones sexuales, muchas veces llevadas a cabo sin protección.
La falta de conciencia social es un problema que nos afecta a todos, para nuestra sociedad actual y futura. Por ello, el lema del Día Mundial del Sida ha sido este año “Las personas marcan la diferencia”. El objetivo principal de la campaña es que las personas que tengan la enfermedad, lo sepan y puedan tener acceso a los servicios de asistencia y prevención de calidad para que puedan tener una buena calidad de vida.
El Día Mundial de la Lucha contra el SIDA se ha convertido en uno de los días de la salud más reconocidos y supone una oportunidad para recordar a los que han fallecido, crear conciencia y celebrar victorias como el acceso a servicios de prevención y tratamientos antirretrovirales.