La irritación ocular es un efecto común en la salud, ya que los trozos de partículas pueden causar rasguños dolorosos en la parte frontal del ojo (abrasiones de la córnea) y conjuntivitis. Los usuarios de lentillas de contacto deben ser especialmente conscientes de este problema y no deben usarlas para evitar que se produzca la abrasión de la córnea. En su lugar, deben usarse gafas. Los síntomas comunes incluyen:
- Abrasiones o raspaduras de la córnea
- Conjuntivitis aguda o inflamación del saco conjuntival que rodea el globo ocular debido a la presencia de cenizas, lo que provoca enrojecimiento, ardor en los ojos y fotosensibilidad.
- Los ojos se sienten como si tuvieran partículas extrañas en ellos.
- Los ojos se vuelven dolorosos, pican o están inyectados en sangre.
- Secreción pegajosa o lagrimeo.
Si bien no es común, la ceniza volcánica puede causar irritación en la piel de algunas personas, especialmente si la ceniza es ácida. Los síntomas incluyen:
- Irritación y enrojecimiento de la piel.
- Infecciones secundarias por rascado.
En la mayoría de las situaciones, actuar según unos pocos principios generales reducirá los efectos de las cenizas y facilitará las operaciones de limpieza. Estos principios se aplican a hogares, empresas y comunidades. La recomendación principal es evitar en la medida de lo posible la exposición a las cenizas; uso de mascarillas y gafas de protección para los ojos. Para consultas adicionales siempre es importante consultar con un especialista para obtener recomendaciones personalizadas.