Los expertos coinciden en que el abuso de las nuevas tecnologías, especialmente en edades jóvenes, están cambiando los hábitos de vida de las futuras generaciones.
La revolución digital ha transformado los patrones de movimiento de la gente, el modo en que se trabaja, la forma de entretenerse, hasta de aprender o de viajar. Además, una realidad actual es que las personas duermen menos, pasan más tiempo en una silla, conducen más y hacen menos ejercicio.
Aún así, no todo es culpa de las tabletas o los móviles. Sin duda se trata de un conjunto de factores. La educación principalmente, en casa como en el colegio.
Hoy en día, las largas jornadas de trabajo, hace que los padres tengan menos tiempo para estar con sus hijos, para pasar tiempo al aire libre y tener la oportunidad de consolidar hábitos familiares fuera del hogar.
La alimentación es otro factor fundamental. Hace 20 años no existían las comidas ultraprocesadas al alcance de todo el mundo, y comer mal y rápido ha sido una tendencia que hoy en día se está tratando de dejar atrás pero que se ha llevado a cabo durante mucho tiempo.
Una media de 3 horas al día pasan los niños y jóvenes delante de la televisión, las tabletas u ordenadores, en las que además se publicitan de manera desorbitadas bebidas azucaradas y productos procesados. Además, en muchos colegios es habitual ya la enseñanza a través de estos medios.