Gracias a la utilización del material biológico de un paciente y de sus propias células, científicos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) han conseguido crear por primera vez un corazón con vasos sanguíneos, ventrículos y cámaras del tamaño del órgano de un conejo con una impresora 3D. Se trata de la primera vez en la historia de la ciencia que se consigue diseñar e imprimir con éxito un corazón completo. Este gran avance es tan impresionante como prometedor, y podría revolucionar el campo de los transplantes de órganos a medio plazo.
El proceso de impresión conlleva una biopsia del tejido graso que envuelve los órganos abdominales. Los investigadores han conseguido separar las células del tejido de la matriz extracelular que une las células. Estas células se reprograman para convertirse en células madre y se diferencian, además, de las cardíacas. Tras esto, la matriz se procesa en un hidrogel personalizado que sirve como “tinta” para la impresión.
Según los investigadores, el proceso de maduración de las células se lleva a cabo durante aproximadamente un mes, transcurrido el cual, el corazón podría empezar a latir y contraerse. Esta técnica podría empezar a aplicarse en animales muy pronto pero no aún en personas. La impresión de un corazón humano podría tardar todo un día y necesitaría miles de millones de células, en comparación con las que se han utilizado para imprimir el mini corazón del conejo.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la actualidad. El trasplante de corazón es la única forma de tratar la insuficiencia cardíaca en etapa avanzada y terminal, lo que destaca la importancia de desarrollar técnicas como la impresión 3D.