Las autoridades sanitarias a nivel global están investigando el incremento de casos graves de hepatitis en niños pequeños. Se han reportado, inicialmente en el Reino Unido, centenares de casos de hepatitis aguda infantil de origen desconocido.
Ante el incremento de estos casos y mientras se llevan a cabo investigaciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido un informe con diversas recomendaciones para hacer frente a esta alerta sanitaria. La OMS recomienda muchas de las medidas ya conocidas durante la pandemia: lavado de manos frecuente, cubrirse al toser, tests de sangre, orina, suero y heces para analizar y secuenciar los posibles virus causantes.
Aunque en la mayoría de los casos se han detectado adenovirus entre los pacientes afectados, queremos en esta entrega y desde CanaryDoctor, conocer con mayor profundidad en qué consiste esta enfermedad y cuáles son sus tipos más comunes.
¿Qué es la hepatitis?
El término “hepatitis” significa inflamación del hígado, que puede deberse a una variedad de causas, pero generalmente se refiere a un grupo de infecciones virales que afectan el hígado. El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo porque filtra la sangre. Los tipos más comunes de hepatitis viral son la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C.
¿Cuáles son los tipos más comunes de hepatitis?
Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad hepática contagiosa que resulta de la infección con el virus de la hepatitis A (VHA). Puede variar en gravedad desde una enfermedad leve hasta una enfermedad grave. La hepatitis A generalmente se transmite cuando una persona come alimentos contaminados con una pequeña cantidad de heces. Una persona también puede contraer hepatitis A al tocar objetos, alimentos o bebidas contaminados con las heces de una persona infectada.
Más del 80% de los adultos con hepatitis A tienen síntomas. La mayoría de los niños no tienen síntomas. Una persona no puede infectarse con hepatitis A dos veces. Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón después de ir al baño, cambiar un pañal y antes de comer o preparar alimentos puede ayudar a prevenir la propagación de la hepatitis A. La mejor manera de prevenir la hepatitis A es vacunarse con la vacuna contra la hepatitis A. Se recomienda la vacunación para todos los niños, para los viajeros a ciertos países y para las personas con alto riesgo de infección por el virus. Aunque cualquier persona puede contraer la hepatitis A a través de los alimentos, ciertos grupos de personas corren un mayor riesgo, como aquellos que:
- Viajar o vivir en países donde la hepatitis A es común.
- Tiene trastornos del factor de coagulación, como la hemofilia.
- Vive con alguien que tiene hepatitis A
- Tener contacto sexual oral-anal con alguien que tiene hepatitis A.
Hepatitis B
La hepatitis B también afecta al hígado y es causada por el virus de la hepatitis B. Esta se transmite por medio de la sangre, semen u otros fluidos corporales de una persona infectada a otra. Esto puede suceder a través del contacto sexual; compartir agujas, jeringas u otros; o de madre a hijo al nacer.
El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del cuerpo por lo menos 7 días. Durante ese tiempo, el virus aún puede causar infección si ingresa al cuerpo de una persona que no está infectada.
Para algunas personas puede ser una enfermedad aguda y para otras puede ser una infección crónica. Alrededor del 2% al 6% de los adultos y el 90% de los bebés infectados se infectan de forma crónica. La hepatitis B crónica puede provocar cirrosis, cáncer de hígado y otras enfermedades graves. La hepatitis B se puede prevenir por medio de la vacunación, la cual se administra en 3 inyecciones durante un período de 6 meses. Aunque cualquier persona puede contraer hepatitis B, los factores de mayor riesgo incluyen:
- Sexo con una persona infectada.
- Múltiples parejas sexuales.
- Enfermedades de transmisión sexual.
- Inyectarse drogas o compartir agujas, jeringas u otros equipos para drogas.
- Vivir con una persona que tiene hepatitis B.
- Bebés nacidos de madres infectadas.
- Exposición a la sangre en el trabajo.
- Pacientes de hemodiálisis.
- Viajeros a países con tasas moderadas a altas de hepatitis B.
Hepatitis C
La hepatitis C es una enfermedad hepática contagiosa que varía desde una enfermedad aguda que dura unas pocas semanas hasta una enfermedad crónica de por vida que ataca el hígado. Es el resultado de la infección con el virus de la hepatitis C (VHC), que se propaga principalmente a través del contacto con la sangre de una persona infectada.
En el 80% de las personas, la infección aguda por hepatitis C, que ocurre dentro de los primeros 6 meses después de que alguien se expone al virus, conduce a una infección crónica.
La infección por el virus de la hepatitis C puede durar toda la vida y provocar problemas hepáticos graves, como cirrosis (cicatrización del hígado) o cáncer de hígado.
Lo mejor para prevenir la hepatitis C es evitar comportamientos que propagan la enfermedad, como la inyección de drogas. ¡El virus de la hepatitis C puede sobrevivir fuera del cuerpo a temperatura ambiente hasta por 2 meses! Algunos países tienen una tasa más alta de hepatitis C, lo que podría aumentar el riesgo de exposición de una persona cuando viaja a estos países. Algunas personas tienen un mayor riesgo de contraer hepatitis C, entre ellas:
- Receptores de sangre donada, productos sanguíneos/factores de coagulación y órganos.
- Personas que recibieron perforaciones corporales o tatuajes en instalaciones no reguladas con equipo no esterilizado.
- Personas en diálisis.
- Uso actual o pasado de drogas inyectables o intranasales.
- Trabajadores de la salud con lesiones por pinchazo de aguja.
- Personas infectadas por el VIH.
- Niños nacidos de madres infectadas con el virus de la hepatitis C.
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