Es muy importante hacer una evaluación de la capacidad visual de los niños en la edad pediátrica de tal manera que si el niño presenta cualquier tipo de anomalía se acuda al oftalmólogo en el momento en que se le nota.
Por ello, se debe hacer una revisión de rutina a partir de los tres años para poder descartar fundamentalmente anomalías refractivas que provoquen la aparición del mal funcionamiento ocular y, por tanto, la aparición de ojos vagos o, como se conoce técnicamente, la miopía. Por esta razón, los especialistas recomendamos a los padres que lleven a los hijos a una revisión periódica para descartar cualquier patología visual.También por parte de las instituciones se están haciendo campañas de screening oftalmológico para descartar la existencia de miopía u ojo vago que están relacionados con defectos refractivos u otras patologías oculares.
¿Cada cuánto debe acudir un niño a la revisión oftalmológica?
Se recomienda una primera revisión cuando el niño colabore entre los tres años o tres años y medio. Después, es conveniente hacer una revisión que podría ser entre año y medio y dos años dependiendo de si existe o no existe patología. Si existe patología acortar el tiempo en función de la enfermedad que hayamos visto o alargarlo en el caso de que no haya anomalías oculares.
¿Cuál es la incidencia de defectos refractivos en niños en Canarias?
La incidencia en Canarias es bastante alta, pero lo más importante es que la existencia de un error refractivo que genere un ojo vago si se detecta a tiempo es relativamente fácil de corregir. De esta forma, podemos recuperar la visión de los niños de una forma escalonada haciendo determinados tratamientos ya sea prescripción de gafas o tratamientos rehabilitadores visuales.
Actualmente tenemos elementos de diagnóstico y de seguimiento que descartan la existencia de patologías mínimas que en otros momentos éramos incapaces de detectar.