La evaluación prenatal es una forma de determinar la posibilidad de que un bebé tenga o no trisomía 21 (síndrome de Down) o trisomía 18.
De igual forma, es un método utilizado para:
- Confirmar un embarazo.
- Determinar la edad gestacional: se piensa popularmente que un embarazo “normal” tiene 40 semanas de gestación pero, en términos médicos, un embarazo a término tiene entre 37 y 41 semanas. Es importante verificar la edad gestacional del feto en desarrollo por varias razones. Por ejemplo, el crecimiento del bebé se medirá con tablas de crecimiento bien establecidas para garantizar un desarrollo normal. La edad gestacional se verificará con las fechas proporcionadas por la madre con respecto a su último período menstrual para confirmar la fecha de vencimiento y garantizar que el parto no sea demasiado temprano o demasiado tarde.
- Comprobar si hay embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.): un embarazo con bebés múltiples conlleva riesgos especiales y debe controlarse periódicamente. Complicaciones como una “transfusión de gemelo a gemelo” y la incompetencia cervical requieren atención inmediata si se quieren evitar complicaciones.
- Problemas con la placenta: durante el embarazo, la posición de la placenta dentro del útero puede ser de vital importancia para la salud tanto del bebé como, en algunas circunstancias, de la madre. Una ecografía puede determinar complicaciones en la placenta.
- Controlar la posición fetal: durante el parto puede ser importante conocer la posición del bebé (de nalgas, transversa, cefálica u óptima) porque puede afectar el método de parto.
- Comprobar si hay anomalías congénitas: muchos padres querrán saber si su bebé sufre algún problema congénito o genético para poder interrumpir el embarazo o prepararse para las dificultades asociadas con el problema en particular.
- Supervisar el crecimiento fetal: si el crecimiento del bebé se sale de las normas esperadas, esto puede ser indicativo de problemas con la placenta y/o problemas con la salud del bebé. De cualquier manera, es posible que se requiera una intervención temprana para tratar el problema.
- Controlar el nivel de líquido amniótico: el feto produce líquido amniótico y demasiado o muy poco líquido amniótico puede ser indicativo de problemas con el embarazo que pueden requerir intervención.
- Ayuda en otras pruebas: las pruebas como la amniocentesis se pueden realizar con mucha mayor seguridad cuando se guían por ultrasonido.
El Dr. Daniel García, ginecólogo y obstetra de Ginefem, nos explica por qué se hacen las ecografías prenatales.