La cirugía refractiva no es dolorosa. El protocolo de intervención incluye gotas anestésicas para evitar molestias en el paciente. Las gotas anestésicas permiten realizar la operación sin dolor. Es normal sentir algo de presión durante el procedimiento. Posteriormente, el ojo pica un poco, pero los pacientes generalmente no requieren medicamentos para el dolor y, a menudo, pueden regresar al trabajo al día siguiente del procedimiento.
La intervención es breve. Los pacientes están en la sala de cirugía aproximadamente 15 minutos para completar el procedimiento en ambos ojos. Luego, pasan a una sala de recuperación. La estadía en el Centro es de aproximadamente 1 ó 2 horas.
Las recomendaciones generales para el postoperatorio incluyen:
- Debes usar un escudo protector las dos primeras noches después de la cirugía.
- No debes nadar ni meterte en jacuzzi durante dos semanas después de la cirugía, aunque está bien bañarse y ducharse.
- Todas las demás actividades, incluido el ejercicio, pueden reanudarse el primer día después de la cirugía.
Después de realizar la corrección de la visión con láser, los pacientes son enviados a casa con la recomendación de dormir y descansar con los ojos cerrados tanto como sea posible hasta la consulta de seguimiento al día siguiente.
Los pacientes con niveles más bajos de miopía pueden tener una visión lo suficientemente buena como para conducir al día siguiente, pero deben tener cuidado. Los pacientes que tienen grados más altos de miopía pueden experimentar una visión algo borrosa. Esto generalmente dura de días a semanas, dependiendo de la cantidad de corrección.
El Dr. José Alberto Muiños, director médico de Innova Ocular Clínica Muiños, responde a esta pregunta que suelen realizar con frecuencia los pacientes antes de una cirugía refractiva.