La cirugía refractiva corrige el problema de refracción específico de cada ojo. El protocolo que se sigue es básicamente el siguiente:
- El primer paso para someterse a una cirugía ocular refractiva es realizarse un examen ocular completo. Durante esta visita, el oftalmólogo determinará si el paciente es un buen candidato para LASIK u otros procedimientos de corrección de la visión. El oftalmólogo puede hacer preguntas sobre el historial visual y médico del paciente. También pueden tomar medidas del grosor de la córnea (paquimetría) y de la forma o curvatura de la misma (topografía corneal).
- Con estos estudios el médico obtiene la medida de la refracción de cada ojo y revisa cuidadosamente el estado de salud de los mismos. Los ojos pueden estar dilatados durante la última parte del examen. Se recomienda no usar lentillas blandas durante al menos 3 días antes de este examen (es necesario un período más largo para los usuarios de lentillas duras)
- Después del examen de la vista, el médico explica los procedimientos de corrección de la visión disponibles, incluidos los riesgos, los beneficios y las alternativas de cada uno. Si el paciente es un buen candidato para la corrección de la visión con láser, se puede programar el procedimiento.
Por lo general, LASIK y la cirugía refractiva se completan en ambos ojos el mismo día. Después del procedimiento, el paciente debe regresar a la clínica para visitas postoperatorias de rutina para asegurarse de que los ojos están sanando bien y respondiendo al tratamiento como se esperaba.
El Dr. José Alberto Muiños, director médico de Innova Ocular Clínica Muiños, responde en este vídeo si puede operarse un paciente de cirugía refractiva si tiene distinta graduación en cada ojo.